Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

22 de febrero de 2016

Pedro Madruga

Noble de padre y madre pero de origen bastardo, se erigió contra todo pronóstico al más alto escalafón del linaje de los Sotomayor, la familia más poderosa de Galicia. Fue un acérrimo enemigo de Alonso II de Fonseca y defensor de los derechos sucesorios de Juana la Beltraneja, junto con Diego Pacheco y el Arzobispo Carrillo, entre otros.

Su padre, Fernán Yáñez de Sotomayor, Señor de Sotomayor y Fornelos, capitán de navíos y terrateniente que extendía su poder sobre un amplio territorio que abarca buena parte de la actual provincia de Pontevedra, lo tuvo a consecuencia de su relación amorosa con Constanza Goncalvez de Zúñiga

Fernán Yáñez lo reconoció en su testamento dictado en 1440, mismo año de su muerte, refiriéndose a él como "mi hijo bastardo, Pedro de Sotomayor". En el mismo testamento, dispuso que se le diera educación eclesiástica, nombrando su padre a fray Esteban de Soutelo (doctor en teología en el monasterio dominico de Santo Domingo de Tuy) como maestro de su hijo. 

Llegó a ser ordenado clérigo y alcanzó un destacado puesto en la curia diocesana tudense al ser nombrado canónigo de su catedral. El mismo monarca castellano Enrique IV de Castilla llegó a pensar en él para ocupar la mitra de Santiago de Compostela, en manos de los Fonseca, familia que no mantenía buenas relaciones con la Corona. De hecho, el citado monarca consideraba necesarios a los Sotomayor para frenar las ansias del arzobispo de Santiago. Posteriormente dicho monarca también barajó su nombramiento como obispo de Tuy, pero finalmente ninguno de dichos nombramientos llegó a materializarse.

Pedro Álvarez de Sotomayor llegó a ser Vizconde de Tuy y mariscal de Bayona en Castilla a lo que agregó el condado de Camiña en Portugal, título obtenido por los servicios brindados al rey Alfonso V de Portugal, su aliado y protector. 


Tras la muerte de Fernán Yáñez en 1440 en Valladolid, le sucede en el patriarcado su legítimo primogénito, Álvaro Páez de Sotomayor, casado con María de Ulloa. Su mandato estuvo lleno de confrontaciones con los Sarmiento, acérrimos enemigos de los Sotomayor.

En enero de 1468 su hermanastro - y primogénito de la Casa de Sotomayor - Álvaro Paez de Sotomayor que se encontró asediado por sus enemigos y sin descendientes, decidió legitimar a su medio hermano Pedro, concediéndole los derechos de sucesión. Por ello, a los 38 años, Pedro Álvarez pasó de la catedral a la dirección de la mesnada familiar y a salir a pelear contra los enemigos de los Sotomayor.

Pedro Álvarez se ganaría una reputación por su sagacidad e intrepidez. Una de sus características como militar fue comenzar las acciones muy temprano, a horas en que los demás nobles todavía dormían. En una ocasión, para resolver con el clan rival de los Sarmientos una disputa de límites que ambas familias tenían en Ribadavia llegaron al acuerdo de que el límite se fijase allí donde ambos caballeros se encontraran, saliendo cada uno de su casa al cantar el gallo. Al salir Sarmiento de su castillo se encontró con que Pedro ya estaba a su misma puerta; por ello le dijo: "Madruga, Pedro, madruga". Anécdota que hizo fortuna y divulgó el sobrenombre de Pedro Madruga

A mediados del siglo XV varios años consecutivos de malas cosechas, unidos a la inseguridad provocada por los abusos de los señores feudales gallegos, provocaron que la baja nobleza, los villanos y los campesinos de Betanzos, Coruña, Ferrol y Lugo estuvieran muy enfrentados a los "grandes señores" de Galicia. En 1467 esos colectivos de las ciudades y del campo aprovecharon la instauración de una Santa Hermandad por parte del rey Enrique IV para atacar a la nobleza local. Dotados de esa protección legal reunieron hasta a 80.000 milicianos, que adoptaron el sobrenombre de "irmandiños" en recuerdo de la revuelta protagonizada por esos colectivos treinta y seis años antes. La revuelta adquirió enormes proporciones, una guerra civil en la que asaltarían hasta 130 castillos y casa fuertes nobiliarias. Entre las fortalezas atacadas por los irmandiños estuvo la de Tuy, donde Álvaro Paez de Sotomayor encontró la muerte después de tener que entregar su villa a los insurrectos.

Tan traumático acontecimiento, que tuvo lugar en el invierno de 1468, propició que "Pedro Madruga" sustituyera a su hermanastro en la dirección del clan, participando en la lucha contra la Santa Hermandad de Galicia. En la primavera y el verano de 1468, Pedro Madruga se dirigió a las Cortes de Portugal y Castilla para asegurarse el reconocimiento regio de la naturalización y la herencia recibida de su hermano; también obtuvo un apoyo militar con el cual organizó el contraataque de los nobles desde el territorio y con las ayudas de Portugal. Su ejército, dotado de unidades bien entrenadas y con compañías de arcabuceros, consiguió derrotar a los irmandiños, capturando a sus jefes.

Pedro Álvarez dejó Portugal y se ubicó en Pontevedra en abril de 1468 para reclamar como legítimo los juros sobre las alcabalas de la villa herencia de su hermano y la ratificación real de su herencia. En agosto de ese mismo año acudirá con Enrique IV de Castilla para que el monarca autorizase el testamento de su hermano Álvaro Páez realizado en enero de 1468. 

En ese mismo verano de 1468 debió dirigirse de vuelta a la corte portuguesa con su protector Alfonso V para buscar la ayuda de familiares y del propio monarca en su lucha por recuperar sus estados patrimoniales de la ocupación irmandiña. Fue también la mediación de Alfonso V de Portugal la que le proporcionó su casamiento con la noble Teresa de Távora, hija del caballero Álvaro Pérez de Távora, hidalgo portugués con influencia en la corte portuguesa. Con el apoyo del rey Alfonso V de Portugal, Pedro Álvarez iniciará, al frente de la nobleza gallega, su particular reconquista del territorio, ocupado por los campesinos que se habían amparado en la Santa Hermandad levantada por Enrique IV de Castilla, lo que lo convirtió en un personaje de alto renombre.

Su declive se produjo años después, entre 1476 y 1479, durante la guerra de Sucesión Castellana al ser defensor de Juana la Beltraneja y de su tío y esposo Alfonso V de Portugal, frente a Isabel de Castilla y su consorte Fernando II de Aragón, futuros Reyes Católicos

En 1478 Madruga fue secuestrado por su antiguo aliado, el conde de Benavente, quien lo mantuvo en cautiverio durante unos meses. Pedro Álvarez de Sotomayor perdió algunas de sus posiciones, que acabó recuperando tras su liberación. Una vez finalizada la guerra entre Isabel y Juana, en 1479-1480, al quedar del bando derrotado, Madruga buscó defender sus territorios en Galicia ante la añeja intención usurpadora de sus enemigos sobre los feudos, derechos e iglesias monopolizadas por los Sotomayor en el Miño durante el siglo XV.

El acoso de sus enemigos y del partido Isabelino como el obispo Diego de Muros, los Valladares, Pimentel, Montenegro, Avalle o Sarmiento, obligarían a Sotomayor a un estado permanente de tensión en los años 1478 a 1485, que lo llevaría a tener que capturar al obispo tudense en 1485 en un acto de desesperación por la reclamación económica que Diego de Muros emprendiera en los años anteriores. Esta acción de fuerza por parte de Pedro Madruga obligaría a medidas por parte de los Reyes Católicos, poco pacientes con el que fuera su principal enemigo y que incluirían la pérdida de sus posesiones familiares en Castilla, parte de las cuales fueron devueltas tiempo después en favor de su hijo mayor Álvaro de Sotomayor, con base en la intermediación desesperada de su esposa Teresa de Távora ante Isabel la Católica para evitar la ruina de la casa de Sotomayor.

En estas circunstancias, Pedro Álvarez de Sotomayor dictó testamento en Portugal el 10 de enero de 1486, y seguidamente se encaminó rumbo a Castilla para pedir el perdón de sus majestades los Reyes Católicos. Parando en Alba de Tormes para entrevistarse con su amigo el Duque de Alba, Garcia Alvarez de Toledo, hallaría la muerte de forma sospechosa sin que quedaran muchas noticias. 

Pedro Madruga ha pasado a la historia como un personaje muy controvertido envuelto en mitos y leyendas que perduran hasta hoy en día. Lo cierto es que por su poder, su relación política e influencia en las más nobles familias castellanas y lusitanas del siglo XV, aunado a su ejercicio como eclesiástico, es sin duda uno de los hombres más interesantes de su tiempo.

Tan extraño lugar para morir, junto con numerosas coincidencias, ha dado lugar a una hipótesis que va ganando terreno. 

Desde finales del siglo XIX las tesis sobre el origen gallego de Cristóbal Colón, iniciadas por García de la Riega, han propuesto a Pedro Madruga como la verdadera identidad del descubridor. En las últimas décadas, varios investigadores han ido evolucionando y aportando estudios en esta línea, destacando los de Alfonso Philippot Abeledo, Fernando Alonso Conchouso y Rodrigo Cota González. Los principales argumentos de estos investigadores son:

- La comparación grafológica de la escritura de ambos personajes ha llevado a reinterpretar la firma del navegante como las siglas del árbol genealógico de Pedro Madruga.

- Cristóbal de Sotomayor (hijo portugués de Pedro Madruga) fue nombrado gobernador de Puerto Rico, isla descubierta por Colón para Castilla.

- Un texto del cronista de la corte castellana Francesillo de Zúñiga, de principios del siglo XVI, habría señalado a Diego de Sotomayor (hijo de Pedro Madruga) como hijo de Colón.

- El descubrimiento, en los últimos años, del hecho de que Izeu Perestrello, tía de Diego Colón Perestrello (hijo de Cristóbal Colón), habría sido concuñada de Pedro Madruga. A su vez, la esposa del mismo Diego (hijo de Cristóbal Colón), María Alvarez de Toledo, era nieta del primer duque de Alba, García Álvarez de Toledo, amigo de Pedro Madruga.

- Durante el periodo en el que se estima que Colón vivió en Portugal, Pedro Madruga habría estado al servicio del rey Alfonso V de Portugal.

- En una "Historia de Córdoba", obra manuscrita e inédita del Doctor Morales y Padilla fechada en 1620, se dice que Cristóbal Colón habría tenido tres hijos en vez de dos. Ese tercer hijo habría sido, según estos investigadores, Cristóbal de Sotomayor.

La mayoría de los historiadores rechaza esta teoría. Entre los argumentos contrarios se ha citado el testamento redactado en 1491 por Álvaro de Sotomayor, uno de los hijos de Pedro Madruga. En este documento, don Álvaro estipula que "los huesos de mis padres (...) los traigan y entierren dentro de la capilla que el S. Obispo D. Juan fizo en la Iglesia Catedral de Tuy", lo cual parece demostrar que Pedro Madruga estaba ya muerto en 1491. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cadáver jamás fue encontrado y las causas de su muerte no fueron nunca aclaradas.


Texto
Ignacio Suárez-Zuloa España Fascinante 
Wikipedia

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