Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

13 de enero de 2015

De dioses y hombres…

Por Irene Serrano

Estos últimos días mucho se ha hablado y escrito sobre el salvaje atentado de París. Algo menos acerca de los 38 yemeníes asesinados por Al-Qaeda el mismo día en la península arábiga. También casi nada, de los más de 2.000 muertos que en el noreste de Nigeria han sido masacrados por la secta radical Boko Haram, el pasado fin de semana, en su ataque más letal.

Parece que los europeos somos más sensibles a la muerte de ciudadanos occidentales, lo que no hace sino avivar un sentimiento creciente de injusticia en otras comunidades que conviven con nosotros. ¿Es siempre así?

La matanza producida por tres ciudadanos franceses que gritaban "Alá es grande" es absolutamente repudiable, pero esto no obliga a que la comunidad musulmana deba pedir perdón, ni ser estigmatizada por ello; de igual manera que en 2011, tras la matanza que Anders Breivik perpetró en Noruega en defensa de una "monocultural Europa occidental", no se exigió que la comunidad cristiana tuviera que disculparse por ello.

Si queremos comprender mejor lo que ha sucedido tenemos que dejar de enfocar sólo hacia París, debemos ampliar nuestro punto de vista y ver qué ocurre en países del continente africano o de Oriente Medio, Nigeria, Yemen, Siria o Irak y, sólo así, podremos entender lo ocurrido, partiendo de que comprender no significa necesariamente justificar, tal como dice Tzvetan Todorov: "comprender el mal no significa justificarlo, sino darse los medios para impedir su regreso"

Una película basada en hechos reales, cuyo título he tomado prestado para encabezar este artículo, refleja bien lo que ha ocurrido en países como Argelia. En 1996, en un monasterio situado en las montañas del Magreb, ocho monjes franceses viven en perfecta armonía con sus hermanos musulmanes hasta que la violencia y el miedo, provocado por pugnas entre un gobierno corrupto y los que quieren acceder al poder,  van apoderándose lentamente de la región. A pesar del peligro y de las amenazas de los terroristas, los monjes deciden quedarse y resistir…

El ataque a la revista Charlie Hebdo es una provocación, un paso más en el proceso interesado de aumentar la hostilidad y la violencia recíproca; no deberíamos caer en la trampa, como ya hicimos en Irak, de entrar en una confrontación que generará mayor odio, violencia y dolor.

Contra esto sólo cabe más tolerancia, mayor atención a sectores de la juventud musulmana,  marginada y humillada en Occidente, con una mejor integración social en sus países de residencia; y hacer de la diversidad cultural, religiosa y racial, de la unión de los diferentes, uno de los valores fundamentales a fomentar en el viejo continente. Desde luego nunca recortando libertades, como algunos pretenden, ni con más violencia que defienden otros.

De no ser así, serán los extremistas violentos, una vez más, quienes fijen la agenda política de nuestros gobiernos que legislarán para recortar derechos, difíciles de recuperar en un futuro, con resultados poco apreciables y sin una mejora de la pretendida y ansiada seguridad que todo lo parece justificar. O lo que es peor, será el auge de partidos xenófobos como Pegida en Alemania o el Frente Nacional en Francia, donde los populismos se manifiestan generando mayor odio hacia los diferentes y fomentando la islamofobia.

Y no olvidemos al héroe anónimo de esta historia del que poco se ha hablado: el policía musulmán que defendiendo a los trabajadores de la revista atacada fue asesinado vilmente.

Mientras tanto, The Funeral de Band of Horses


2 comentarios :

  1. Yo no lo hubiera dicho mejor...
    Chapeau, Irene...!
    JM Hernanz

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  2. Gracias, José...
    Es un tema muy complejo y no sé cómo me he aventurado a escribir sobre ello cuando desconozco muchos datos y derivadas. El caso es que llamó mi atención desde el primer momento y para poner en orden mis ideas, nada mejor que escribirlas. Tómalo como un esbozo, un punto de partida sobre el cual debatir... ¡Qué pases una buena tarde!

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