Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

22 de enero de 2014

"La credibilidad hay que ganársela"

Por Daniel Movilla  

Si yo les digo que si quieren ustedes influir en las decisiones ajenas, tienen que centrar sus mensajes en los principales Pains, elegir también sus Claims diferenciales, probar el Gain y comunicarse con su cerebro reptil, seguramente dirán que me he vuelto loco. Pues nada de eso. Ya les hablé hace unos meses de una técnica novedosa llamada neuromarketing cuyo principio es la constatación de la existencia de tres zonas muy diferenciadas de nuestro cerebro: el cerebro nuevo, el cerebro medio y el cerebro reptil o primitivo, que es el que finalmente controla el proceso de toma de nuestras decisiones.

Una vez aceptado que es esta última parte del cerebro la que toma las decisiones, hay que encontrar los estímulos que despierten su atención, para poder influir en sus decisiones. Bueno, no voy a seguir explicándoles paso a paso como el cerebro reptil es egoísta y solo se preocupa de su supervivencia, o como selecciona las opciones y decide o finalmente, como podemos hacer que ese cerebro tome la opción que a nosotros nos interesa.

Solamente decirles que en una jornada celebrada hace unos meses en Madrid, los responsables de acercarnos a este apasionante mundo del neuromarketing, nos contaban el experimento celebrado en una guardería americana, donde, sin previo aviso y mientras algunas madres estaban acompañando a su niños, alguien grito "¡¡Fuego¡¡" y la primera reacción de muchas madres fue salir corriendo sin mas, para posteriormente y pasados unos segundos, reaccionar y coger a su niño en brazos y escapar. Ese es el cerebro primitivo o reptil: un egoísta que inicialmente solo se preocupa de su supervivencia.

Quiero terminar este breve comentario,hablándoles de una de las claves que mejoran la potenciación de nuestro mensaje hacia el cerebro primitivo. Esa clave fundamental es que tu seas creíble.

Para que la parte del cerebro que toma las decisiones pueda "comprar" tu mensaje, tienes que dominar los seis factores de credibilidad: creatividad, valentía, pasión, integridad, accesibilidad y expresividad.

Y ahora, mis preguntas finales: ¿A cuantos de ustedes les llegó al cerebro primitivo, el mensaje de ayer del Presidente del Gobierno?
¿Y cuantos de ustedes comprarían su mensaje?

2 comentarios :

  1. De un tiempo a esta parte, la desafección con la clase política, es un hecho fácilmente constatable. Ignoro, si es una reacción cerebral o un mecanismo inmunológico, de rechazo ante tanta mentira, estupidez o incredulidad que observamos en nuestros "profesionales" .
    Lo que resulta evidente es que existe, hoy por hoy, una mayor solidaridad por parte de numerosos colectivos con los más desfavorecidos. Y ello, te permite una cierta reconciliación con el ser humano.
    La bondad, el cariño, la amabilidad son actitudes que no necesitan de un aprendizaje ni de un "marketing" preestablecido.
    Y es ahí, donde tiene cabida la parte más auténtica, más noble, de nuestros sentimientos, donde nuestra credibilidad viene acompañada de nuestros actos.
    Del mensaje del Presidente del Gobierno solo encuentro el vacío de un autómata que intenta "venderme" su pésima gestión. Entonces mi "cerebro primitivo o reptil" reacciona, sólo piensa en como salir huyendo, de modo egoísta, para poder sobrevivir ante tanta mediocridad.- F.S.

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  2. Muy bueno Fernando. Tienes mucha razón, la bondad y la amabilidad no necesitan del marketing, pero a veces necesitamos vender proyectos o ideas y es bueno saber convencer y razonar adecuadamente, o no?

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