Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

28 de noviembre de 2013

Periodistas Jueces y Jueces Periodistas

Por Daniel Movilla  

Ayer asistí a una comida muy interesante. A una de esas comidas en las que lo de menos, es la comida. Aunque como le dije al propietario del local, las estrellas Michelín deberían concederse algunas veces, no a los nombres ya consagrados, sino a esos establecimientos desconocidos que te devuelven al placer olvidado de los alimentos frescos y cocinados únicamente hasta el punto adecuado.

En fin, a lo que íbamos. La comida era una de esas reuniones o tertulias alrededor de una mesa que tanto abundan en nuestro país. Diez comensales en busca de respuestas a las dudas que invaden a los ciudadanos acerca de la bondad de la justicia,  al leer las últimas y controvertidas resoluciones judiciales que nos han sido dadas a conocer en las últimas semanas.

La conversación, larga, pausada a veces y controvertida muchas mas veces, sirvió para dar a conocer algunas cuestiones que se mueven alrededor de las resoluciones judiciales, que no tienen desperdicio.

En la mesa se planteó lógicamente la lentitud de la justicia en determinados casos muy conocidos y en los que el trascurso del tiempo ha ejercido su influencia sobre el veredicto final.

Dando por cierto que las resoluciones judiciales deberían dictarse en un periodo de tiempo mucho mas corto, también es conveniente saber cuantos procedimientos tiene que resolver un Juez de Instrucción de una ciudad mediana, al cabo del año. Pues mas de seis mil. Repito mas de seis mil. Eso se traduce en que cada día entran por el registro de ese Juzgado de Instrucción, mas de 16 procedimientos o causas.

Con esa cantidad de causas abiertas al cabo de un año, es imposible pedirle a los jueces que impartan bien y en el tiempo adecuado todas ellas, y mas en algunos casos como los que salieron allí a colación, en los que el sumario consta de mas de 50.000 folios.

Como muy bien apuntó uno de los contertulios, hay que tener en cuenta también que el procedimiento penal trata de desmontar la inicial presunción de inocencia que ampara a todo justiciable y por lo tanto, debe de ser un procedimiento garantista cien por cien y hasta sus últimas consecuencias, aunque ello implique dilaciones temporales muy mal entendidas por los ciudadanos.

Pero el gran tema de conversación y de polémica surgió en torno a la importancia de los medios de comunicación en el discurrir de los procedimientos judiciales. La enorme influencia que las noticias previas a una resolución judicial tienen sobre la opinión general de la gente. Hay archivos de causas, absoluciones de acusados o sobreseimientos, que ya no tienen importancia alguna. Si los medios de comunicación ya habían dado emitido su veredicto condenatorio, su particular sentencia, no hay nada que hacer. Ese estigma de condena mediática acompañara al ahora judicialmente absuelto, durante toda su vida.

Y ese error parte, bajo mi punto de vista, de la excesiva importancia, o miedo, que algunos jueces y tribunales han dado o tienen a los medios de comunicación, y a las opiniones de determinados periodistas. Eso se traduce a veces, en cercanías, amistades, filtraciones y confidencias, que en absoluto benefician a la imparcialidad y rigurosidad que debe presidir siempre la actuación de los jueces. Y es que en general, los periodistas subjetivizan lo objetivo y emiten juicios de valor que condicionan o determinan la opinión de los ciudadanos.

Finalmente creo, que cada uno debe ejercer la función que le corresponde. Ni un periodista debe juzgar previamente, ni hacer juicios de valor sobre aquello que está siendo estudiado por un juez, y si lo hace, debe ser castigado severamente, ni un juez debe convertirse en una especie de sociólogo jurídico tratando explicar a los ciudadanos el porqué de su resolución. 

Un Juez tiene que resolver y explicar muy bien en la sentencia, pero no mas allá de la sentencia. La labor posterior de lograr que la gente comprenda y razone el porqué de esa resolución, es una labor pedagógica que compete a otras instancias de la sociedad.

Razonen ustedes los porqués en su sentencia de una forma muy clara, aunque ello le lleve mas tiempo y quizá mas esfuerzo intelectual, pero ya verán como de esta forma, al pueblo llano le quedan clarísimos los fundamentos de su resolución.

4 comentarios :

  1. Sin duda alguna, un presunto, pasa a ser reo, de la opinion pública, aunque no lo sea de la justicia, y el estigma queda ahí clavado, de por vida: Y éso ademas de los periodistas saben bien quienes estan cerca, del juez instructor, es decir funcionarios de mas o menos rango, y que a la vista de lo que acontece, algunos de ellos parecen sobornables, ¿ y si no? cómo se explica que en algunos sumarios de notable relevancia, como puede ser, por ser bajo mi punto de vista el mas mediatico, el del Sr Urdangarin, sepan ántes los medios lo que acontece, en dicho auto casi que las partes?

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  2. Totalmente de acuerdo. Hago extensible mi comentario a ciertos funcionarios de la justicia, que aun no siendo corruptos, tienen esa "admiración/papanatismo ante ciertos periodistas y les transmiten información previa e indebida. Debería estar muy penada esa conducta

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  3. Es difícil pronunciarse con una mínima dosis de objetividad cuando acabas de enterarte de que hace sólo unas horas han puesto en libertad a Miguel Ricart el asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, las niñas de Alcàsser. Cuando aún estamos haciendo esfuerzos para contener las nauseas al ver fuera de la cárcel a Valentín Tejero o a Pedro Luis Gallego. Nauseas que serán ya incontroladas cuando veamos pasearse entre la gente a Parot Navarro “libre, rehabilitado y plenamente arrepentido” de sus 82 delitos que se la imputan y de sus 4.800 años de condena.
    Con todo entiendo que el tema que nos ofrece hoy Daniel Movilla habrá que debatirlo en ese punto de intersección entre transparencia de la Administración de Justicia y el afán de los medios de desarrollar Juicios Paralelos.
    Las formas de percibir este tema por la Justicia y por la ciudadanía no son necesariamente coincidentes y en todo caso la convergencia requeriría como requisito fundamental que medios de comunicación libres e independientes (lo que no es caso en nuestro país) y los órganos judiciales también lo fueran, pero hoy la ciudadanía percibe el Poder Judicial como un órgano politizado reflejo de los partidos mayoritarios y no como el tercer poder independiente y asilado que proponía Montesquieu en El Espíritu de las Leyes.

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  4. Hola gracias por compartirlo, la verdad es que los periodistas tendrían que informar simplemente y no hacer juicios ya que ellos no son jueces

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