Por Daniel Movilla
Hace ahora un año, nacía en España un movimiento ciudadano que bajo la denominación de Sociedad Civil y Democracia proclamaba en el Palacio de Congresos de Madrid y ante mas de 3.000 personas, lo siguiente:
"El modelo político y económico del que nos hemos dotado desde 1978, evidencia ámbitos de fracaso rotundo, en aspectos capitales para la convivencia social".
"Es imprescindible estimular y desarrollar la participación de los ciudadanos en la política y evitar que los partidos políticos tengan el monopolio del debate y de la representación política".
"Consideramos que la educación es el principal motor de transformación social y de desarrollo humano. Necesitamos una nueva Ley de Educación que promueva la formación de los jóvenes en los valores y la cultura del respeto, en el trabajo y el esfuerzo, además de fomentar su desarrollo intelectual y profesional".
Hoy, nace un nuevo Movimiento Ciudadano que, de la mano de Albert Rivera, proclama, a través de su manifiesto, la necesidad de reformas que refuercen los pilares de nuestra democracia y de nuestra nación.
Como base de las grandes reformas, el nuevo movimiento defiende la aprobación de un Pacto Nacional por la Educación que mire a una generación – no a una legislatura o a un gobierno - y que garantice un sistema educativo de calidad para todos. Por encima de cualquier otra consideración, la educación se dedicará a formar buenas personas, buenos ciudadanos y buenos profesionales
Distintos momentos y parecidas palabras, para definir las mismas reivindicaciones de unos ciudadanos, que hoy, igual que ayer, están necesitados de nuevas normas políticas que garanticen ciudadanos libres e iguales ante la ley.
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